Ecohotel Arte y Aventura Isla Grande

Reseña de un crítico de hotel

Recientemente pasé una Navidad inolvidable en el Ecohotel Arte y Aventura, y tengo que compartir lo maravilloso que fue. El lugar es un remanso de paz, con un jardín encantador que invita a la tranquilidad, ideal para desconectar y conectar con la naturaleza. A solo 500 metros de Playa Libre, la cercanía a la playa nos brindó la oportunidad de disfrutar del sol y del mar, aunque las aguas no son del todo cristalinas. Las habitaciones son cómodas y bien mantenidas, perfectas para relajarse después de un día de aventuras acuáticas como el snorkel y el buceo que ofrecen en la isla. El servicio de desayuno a la carta fue un placer, aunque la cena podría mejorarse un poco en opciones. Lo que realmente destacó fue el personal: desde el primer momento, nos hicieron sentir como en casa y nos ayudaron a planear actividades locales, gracias a la increíble energía de Carlos, que se preocupó por nosotras en todo momento. Fue una experiencia sencilla pero auténtica, donde conocimos a gente maravillosa y creamos un ambiente familiar que ya echo de menos. Si buscas un lugar donde disfrutar de la esencia de Colombia, este ecohotel es el destino perfecto. ¡No puedo esperar a volver!